La Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas)
Los Redentoristas fueron fundados por San Alfonso María de Ligorio en respuesta a un llamado que escuchó de Jesús—a través de los pobres y abandonados.
En 1730, agotado por su labor misionera, Alfonso viajó con compañeros al Santuario de Santa Maria dei Monti en Scala, un pequeño pueblo de la costa amalfitana. Allí, se encontró con pastores olvidados por la Iglesia y con una profunda sed del Evangelio. Tras mucha oración y discernimiento, Alfonso sintió la profunda convicción de regresar. Estos pastores, abandonados por la sociedad, necesitaban escuchar el mensaje de esperanza y misericordia que se encuentra en Jesucristo.
El 9 de noviembre de 1732, San Alfonso fundó la Congregación del Santísimo Redentor para seguir el ejemplo de Cristo predicando la Buena Nueva a los pobres y más abandonados.
Esa misma misión continúa hoy a través de la labor de los Redentoristas en todo el mundo: en parroquias, misiones, retiros, reconciliación, teología moral y labor ecuménica. Los Redentoristas llegaron a Estados Unidos en 1832 y han servido fielmente desde entonces.
Su carisma está bellamente plasmado en sus Constituciones:
“Fuertes en la fe, gozosos en la esperanza, ardientes en la caridad, encendidos en el celo, en la humildad de corazón y perseverantes en la oración, los Redentoristas, como hombres apostólicos y auténticos discípulos de San Alfonso, seguimos a Cristo Redentor con corazones llenos de alegría.”
— Constituciones Redentoristas, n.° 20
Santos y beatos redentoristas
La familia redentorista incluye muchos santos y beatos que vivieron vidas de fe heroica:
- San Gerardo Majella – Patrón de las madres y los niños no nacidos
- San Clemente Hofbauer – Apóstol de Viena y Varsovia
- San Juan Neumann – Obispo y pionero de la educación católica en Estados Unidos
- Beato Francisco Javier Seelos – Misionero de la compasión en América
- Y muchos más, entre ellos los beatos Gennaro Sarnelli, Peter Donders, Gaspar Stanggassinger y otros que dieron su vida en testimonio de Cristo.